lunes, 21 de febrero de 2011

Día 84: Sueños de los Eternos 4.0

Diario de Julieth. Sueño

Tuve, un hermoso sueño una noche, no era como los que tuve antes, plagados de pesadillas, no era como los de después, plagados de maravillas. Era un mundo tranquilo, aunque oscuro y gris, lleno de vida, lleno de muerte, no era ni un lado ni otro, pero no importó.

Solo recuerdo a un hombre alto. Con el cabello alborotado, serio, con pocos ánimos, aunque no era malo, ni bueno, transmitía tranquilidad, transmitía poder, aunque no daba miedo su presencia. Como con muchos que me he encontrado en mi vida, me senté cerca de él. Ni tan lejos, ni tan cerca. Solo la distancia prudente para poder mantener una conversación, sin susurros, ni gritos. No fui la primera en hablar, tampoco me dirigió la palabra, pero los pensamientos se encontraban en mi mente.

-No estás tan lejos de ir con él.

Silencié un momento. Él. Se habrá referido a Makoto. Seguro que sí, era el único que esperaba. Pero aun no era el momento oportuno. Intenté hablar, pero el silencio en ese lugar era total. Así que solo pensé.

-¿Cuanto me falta?

Se escuchó una risa suave. O un simple "Jé". Se levantó del asiento de color gris, si, gris, porque no era ni blanco ni negro. Miró hacia el infinito y señaló una luz, que era entre verde y azul, iluminando en medio de un poco de oscuridad, que también era gris. Yo también lo vi, y me quedé observándolo.

-Mi hermana te hará una visita. Puede que sea la ultima en ver. Pero.. no desesperes.. Seguro que serás feliz luego.

Desapareció y me acerque a la luz. Estuve cerca, sentia su presencia. No era ni blanca ni negra, ni azul, ni verde, era simplemente luz, era simplemente Él. Mi mas grande deseo, mi mas vil maldición.

Iba a tocarla, pero me desperté. Está cerca. El fin está cerca.



(Pronto morirá Julieth)

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